miércoles, 16 de abril de 2014

Los muertos como negocio de los vivos



por Hugo Bruschi en el Año de la Dignidad

Ya no hablaremos de esta gran industria por todos conocida, que va desde la flor al cajón, pasando por el que "pasó el dato" a la empresa fúnebre. Mi suegro murió en un ómnibus a la altura del Palacio Legislativo y nosotros nos enteramos de su fallecimiento, cuando un hombre golpeó a la puerta de mi casa: "lamento la pérdida, pero estamos a las órdenes". Mi mujer no salía de su asombro y yo tampoco. La policía que en estos casos, debe ser la encargada de comunicar a la familia un deceso en esas circunstancias, nunca llegó. Tal vez confiaron en la rapidez, con que las empresas fúnebres se mueven en estos casos.Como quiera que sea, todo esto forma parte de una gran negocio llamado LA INDUSTRIA DEL DOLOR.

Sin embargo hay ciertos Muertos que en determinadas circunstancias, sobretodo cada 5 años, saltan al escenario político e incluso se reencuentran con sus antiguos compañeros. Son las ventajas que nos ofrece el sistema. Hace algunos años, cuando la democracia era bien democrática, los Muertos podían votar. El sistema otorgaba ese beneficio como prueba de su amplitud y respeto por los derechos humanos, entre ellos el sagrado "derecho" al voto. Pero como nunca faltan los que siempre dudan de todo, y dicen "nó,nó y nó" una y mil veces a todo, como bien lo comprobó nuestro presidente, se decidió anular el beneficio y ahora los Muertos podrán concurrir a los actos con voz, pero sin voto.
En estos días un  grupo del FA intentó robarle al Partido Nacional, alguno de sus Muertos más conocidos, lo que lógicamente despertó la ira en filas nacionalistas. Dónde se ha visto robarse los Muertos? " Qué falta de respeto, que atropello a la razón, cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón" como decía Discépolo. Que usen sus propios Muertos, fue la respuesta unánime de los blancos. Que dejen a Saravia y a Wilson tranquilos. Y este episodio tendrá seguramente, otras repercusiones, no tanto por la "falta de respeto" sino por lo votos que intentan "mejicanearse". Y con estas cosas no se juega. Esos votos significan bancas y sillones, viajes y hoteles 5 estrellas desde donde no se ve la pobreza, jugosos sueldos y otros privilegios. Algunos han llegado tan lejos en sus "convicciones", que han puesto a los Muertos pronunciando un discurso. La gente de este modo creerá por un instante, estar votándolos. Nada puede quedar librado a su suerte y los medios empleados poco importan, cuando los fines son nobles. Y ellos no son otros, que la felicidad de nuestro Pueblo.

Días atrás, tuve que cumplir con un compromiso ineludible, y concurrir al cementerio a despedir a un compañero chileno. Mientras atravesábamos el cementerio con mi hijo, íbamos leyendo las lápidas. Aquí en Suecia es común mencionar el oficio del difunto, de ahí que Ud. podrá leer gravado en el granito, a que se dedicaba en vida, qué oficio, qué profesión.

Carpinteros, farmaceúticos, albañiles y comisarios, que pusieron al servicio de la Sociedad, lo mejor (queremos creer) de sus profesiones. Y en ese escenario poco propicio para el humor, me dice mi hijo: " Mirá si en el Uruguay deciden iniciar estas tradiciones.... que nombre le pondrían a los políticos por ejemplo?" Buena pregunta le respondí. Pero dejemos mejor librada a la imaginación de nuestros Amigos lectores, cómo lucirán las lápidas.

Ahora bien, la pregunta que surge como ineludible, es porque el FA incursionó en cementerios enemigos, para robarle sus Muertos? No tienen en sus filas acaso, un número grande de hombres y mujeres que no murieron de viejos, sino que fueron asesinados? Será que en el fondo le temen a esos Muertos? Yo sospecho que sí, porque esos Muertos han decidido salir de sus estados, para incorporarse a las filas de los que jamás los olvidaron, de los que nunca hacen gárgaras con sus nombres en busca de votos, tomando distancia de delincuentes ideológicos que los invocan cada 5 años, pero en el fondo se alegran que estén bien Muertos. Y estos Muertos saben donde militarán, el día que su concurso sea necesario. Saldrán de su ostracismo para enarbolar nuevamente las viejas Banderas por las que ofrendaron sus vidas. Y ese día, el impostor y el mercenario tendrán que rendir cuentas ante tanta canallada, ante tanta traición, ante tanta complicidad con los verdugos. Sigan adelante con sus homenajes y actos recordatorios.

 Estos Muertos hace mucho tiempo que dejaron de votar, ya mucho antes de que fueran Muertos y su persona no revistiría importancia alguna, sino fuera porque otros más inteligentes y perversos lo usan para sus inconfesables fines. El desorden ideológico de este hombre es de tal envergadura, que a veces no encontramos alguna explicación racional de su comportamiento. Pero lo que más me alarma, es que los mismos que ayer confundieron algún hábil organizador de la vida clandestina como Amodio, con un gran dirigente revolucionario, también confundieron a un loco como Huidobro con un gran estratega dirigiendo ejércitos victoriosos y hoy sin poder desimular su encanto por los mismos, se puso a trabajar con el vencedor, pero esta vez como suburdinado y encubriendo crímenes cometidos contra sus propios compañeros. Uno a veces se pregunta que mecanismos se disparan, que fenómenos se registran en la Sociedad para que personas como éstas, hoy estén al frente de la cosa pública. Será ésta la prueba más acabada de que al Pueblo le da lo mismo una cosa como la otra?  Estaremos ante el colapso moral de una Sociedad que ya no distingue entre vivir en la verguenza y vivir con Dignidad?