lunes, 6 de octubre de 2014

Cuando el desagravio se hace imprescindible




Hasta oidos de un joven periodista y diputado cuyo nombre era ENRIQUE ERRO, llegaron versiones de un cargamento destinado al Ejército uruguayo recientemente llegado al Puerto de Montevideo y que a los ojos de algún funcionario aduanero, resultaba un tanto sospechoso. Acompañado del Escribano de la Nación y "uña" en mano, aquél diputado decidió poner fin a los misterios. Ante el asombro de los allí presentes,las armas y municiones que defenderían la Patria, dieron espacio a un gigantesco contrabando de juguetes japoneses, que serían vendidos en los días previos a las fiestas de Reyes Magos. La respuesta del Ministro de Defensa no se hizo esperar, tal vez obligado por las circunstancias o presionado por los involucrados. El campo del honor tendría que lavar aquella "ofensa" a la institución armada a su cargo. Por suerte las balas no llegaron a sus destinatarios y no hubo víctimas que lamentar. Estos hechos no volverían a repetirse nunca más.

Hoy en día los ministros de defensa, tal cual lo ha puesto de manifiesto el Sr. Fernández Huidobro,están un paso adelante para declarar "secretos militares" ciertos lugares, dado que el material bélico allí albergado no puede llegar a conocimiento del enemigo. Otras versiones no oficiales, dan cuenta de lugares que bien podrían delatar restos o señales que conduzcan a esclarecer crímenes de lesa humanidad allí cometidos, por lo que jueces, funcionarios judiciales y testigos no podrán tener acceso fácilmente.

Días atrás se llevó a cabo en el Parlamento uruguayo, un homenaje a Enrique Erro, al cumplirse 30 años de su desaparción física y quien mejor entonces que el propio presidente de la República, por su investidura y porque además conoció a Erro, para pronunciar algunas palabras destacando aquella personalidad. Sin embargo hay ocasiones en la vida de los hombres públicos, en donde el silencio hubiera sido el camino más adecuado. Porque el Sr. José Mujica, exceptuando su vida austera similar a la que vivió aquél hombre, es la antítesis de lo que en vida fue Enrique Erro. Pero estamos en campaña electoral y estos homenajes siempre toman fuerza, pero más allá de los cálculos mezquinos, quisiera pensar que Mujica ya entrado en años y tal vez su vanidad perdiendo fuerza, guarde en el fondo de su ser, un gran respeto por aquél Fiscal Moral de la Nación, por aquél insobornable e incorruptible, a quien no lograron tentar jamás. Pero a la luz de su gestión como presidente del País, el mejor homenaje hubiera sido evitar estos espectáculos y dejar que el Pueblo, eligiera la mejor forma de recordar a aquél gigante. Porque no se puede desde la traición a aquellos principios, que defendió hasta poniendo en juego su vida aquél hombre, realizar homenaje alguno con atisbos de sinceridad.

Confieso que estoy escribiendo desde la indignación y estos estados de ánimo muchas veces, nos impiden ver una realidad que rompe los ojos y que nos afecta a todos. Pero más aún, a quienes una vez decidieron compartir los mismos sueños y desvelos de Enrique Erro. Por ello estos silencios frente al impostor que dice una cosa un día, para desmentirla con sus actos al siguiente, nos hace dudar muchas veces de la autenticidad de aquellas posturas y de aquellas consignas gritadas hasta enronquecer. Porque cómo podemos hacer coincidir, una vida consagrada a la preservación de principios sin descuentos, con la conducta del presidente Mujica? De qué sirven entonces los homenajes, cuando se representa todo lo contrario al pensamiento y razón de vida del hombre que recordamos?

Recuerda Ud. Sr. Mujica cuando allá por el año 72, tal vez comienzos del 73 una ola de irregularidades y hechos de corrupción salpicaron a algunos ediles del Frente Amplio? Hasta la misma Junta Departamental, llegó Enrique Erro para asombro de todos y el recelo de otros tantos, para hacerles saber que a la corrupción hay que combatirla donde se encuentre y si anida en casa, con más fuerza aún. Cómo cree Ud. Sr. Mujica que Enrique Erro hubiera reaccionado frente al negociado de PLUNA por citar alguno de los tantos? Y con el agravante que uno de los involucrados y posteriormente procesado por la Justicia, hoy se postule como candidato al Parlamento?  Cómo cree Ud. que Enrique Erro que un día se negó a bajar de un avión, que por espacio de una hora pisó suelo de EEUU, vería sus visitas al Imperio y recibir falsas condecoraciones o el coqueteo con la embajador en el país? O sus salidas al exterior a ofrecer el país cual producto de almacén? O en el tema de la impunidad reinante en el país, con sus visitas al Parlamento tratando de persuadir, a quienes eventualmente votarían la anulación de la ley de Caducidad? O en el caso de aquellos expedientes que amenazaban arrojar luz sobre crímenes cometidos por el Estado durante su terrorismo.

De qué lado cree Ud. se hubiera ubicado Enrique Erro, del suyo o del de la Jueza Mariana Mota a quien Ud. descalificó hasta que la removieron quitándole aquellos expedientes que hoy duermen enpolvados en algún cajón? O cuando Ud. se refiere a los maestros - uno de los desvelos de aquel viejo luchador - denigrándolos al extremo que muchos padres en su ignorancia, los creen enemigos de sus hijos, por el hecho de tener que parar para pedir aumento, y hasta han llegado a agredirlos. Qué cree Ud. hubiera dicho Enrique Erro de su actitud soberbia y despectiva hacia los que nos enseñan a leer y escribir? Nunca lo vimos usar este vocabulario contra los que se lo merecerían y tal vez mucho más. Con ellos Ud. es bastante condescendiente y hasta habla de los años y no sé cuantas cosas más. Y a otros hasta ha llegado a visitarlos, para testimoniarle su amistad y su imagen de hombre potable. Que pensaría Enrique Erro de los tratados de "defensa", de la entrega de nuestra soberanía a las multinacionales del saqueo o del agravio a los trabajadores uruguayos, presentados ante el mundo como "haraganes" o no motivados por esfuerzo alguno.

Aún tengo ante mis ojos, aquella foto que presidía las reuniones en el viejo local de Rondeau y Cerro Largo.  El entonces Ministro de Industrias y Trabajo Enrique Erro, cediendo su sillón a un joven Fidel Castro de visita nuestro país, buscando apoyo para la naciente revolución ,que había derrocado aquel tirano cuyo nombre era Fulgencio Batista. Esa misma revolución y ese mismo Fidel Castro que jamás sucumbieron con el paso de los años a los propósitos imperialistas, ni aún en las peores condiciones como fruto de un bloqueo infame que aún persiste y que sus nuevos Amigos, se niegan a levantar a pesar de tener el mundo en su contra. Ese mismo Fidel y esa misma Cuba de la que Ud. dependiendo de sus estados de ánimo o por conveniencia, se permite el lujo de mofarse. Para más tarde hacerse el Amigo, tal cual lo hizo con Chavez, pero en los hechos haciendo todo lo contrario al pensamiento de aquél hombre. Así como tampoco creo demasiado en esos sentimientos humanitarios, que lo impulsan a traer 5 o 6 secuestrados desde Guantánamo. Lo que Ud. tendría que hacer en estas circunstancias, es usar todas esas entrevistas, foros de discursos lindos y hasta la misma ONU, para denunciar esta situación ilegal, estas cárceles clandestinas, estos verdaderos campos de concentración, que son una afrenta para la humanidad. Y exigir el cierre y la liberación de todos, no sólo de algunos elegidos como parche humanitario y aceptando las condiciones que le impone el secuestrador. Use de los micrófonos, las cámaras televisivas y todas las instancias a las que Ud. tiene acceso, para denunciar estas cosas y deje las naranjas y los limones para cambiarlos por otros productos, nunca por seres humanos. Haga pesar su condición de "líder regional" que le confirió la Casa Blanca y use de esos micrófonos que lo persiguen día y noche buscando la nota folclórica, para hablar claro. Cómo cree Ud. que Enrique Erro hubiera hecho uso de esas instancias, que a Ud. se le abren por aquellas vueltas de la vida.

Mientras Ud. estuvo preso, Enrique Erro con las pocas fuerzas que le restaban, recorrió cuanta instancia se le presentó, para denunciar a quienes lo tenían a Ud. de rehén junto a otros 8 compañeros y la situación de miles de patriotas tras las rejas. Y tambíen a esos mismos criminales a quien Ud. hoy proteje. Y aquél hombre ya consumido por la enfermedad y en la mayor de las pobrezas, contó con el apoyo de muchos compañeros que ayudaron a pagar las transfusiones sanguíneas. Compañeros que estuvieron antes y después y que hoy de vivir, tendrían muchas cosas para decir de Enrique Erro, pero fundamentalmente con mucha autoridad moral para hacerlo. Por ello no se atribuya la potestad del recuerdo, por el sólo hecho de haberlo conocido en un período de su Juventud un poco desordenada, pero que omite la pasión de Enrique Erro para combatir precisamente, todo lo que Ud. terminó representando. Se imagina Ud. Sr. Mujica, el esfuerzo intelectual que tendrán que emplear, quienes en el día de mañana y cuando Ud. ya no esté en el mundo de los vivos, decidan recordarlo en el Parlamento? Qué dirán, que pasajes de su vida y que relato de sus actos tratarán de resaltar? No se olvide que para la historia, son los actos y no los discursos los que cuentan. Por todo ello y mucho más, yo creo que el Sr. Mujica y yo, hemos hecho 2 lecturas diferentes del legado que nos dejó ENRIQUE ERRO.

Firma  Hugo Bruschi.