miércoles, 29 de octubre de 2014

Hinchada o militancia, conciencia o resignación


por Hugo Bruschi en el Año de la Dignidad

Tiempo atrás y haciendo gala de su fino humor, el escritor uruguayo Eduardo Galeano, nos dejó una fábula que ponía al descubierto como funcionaba la democracia capitalista. Dice el cuento, que un cocinero reunió a todos los candidatos al plato del día, para preguntarles con qué salsa preferían ser comidos. Los peces, las aves, los mamíferos y otras especies, respondieron al unísono, que no querían ser comidos de modo alguno. El cocinero les respondió, que eso no estaba en discusión y habría que elegir. Al día de hoy no sabemos, si el escritor omitió involuntariamente el final o se arrepintió del cuento, tal como sucedió con las Venas Abiertas de América Latina. Porque lo cierto fue, que el dueño del restaurang ordenó al cocinero una salsa irresistible que fuera del gusto de quienes marcharían a la olla, así como de los comensales, para que todo el mundo quedara satisfecho. Luego el cocinero al constatar el éxito obtenido, patentó la salsa a la que denominóLA PROGRESISTA que incluso cautivó el exquisito paladar del propio Eduardo Galeano, quien se la recomendó a aquellas especies que en un principio se negaban a ser devoradas, pero que resignadas terminaron en la olla.
Estos tiempos de pataleos circunstanciales y posterior aceptación de una muerte condimentada, nos recuerda lo que una vez dijo Juan Domingo Perón, al ser preguntado por su popularidad. "Nosotros no ganamos por ser mejores, sino porque nuestros rivales son peores". Toda una definición en la teoría del mal menor.

LA VIDRIERA cree que tendría que ser casi obligatorio, para todos aquellos que pretendan cambiar este estado de cosas, el estudio de estos comportamientos masivos, a la luz de la realidad. Entender que mecanismos se ponen en práctica, para que la gente se resigne a aceptar lo que le tiran,perdiéndose el respeto a sí misma. Estaremos frente a una Sociedad quebrada, que ya no atina a incorporarse? No lo sabemos a cabalidad, pero es indudable que estamos ante un fenómeno nuevo, que supera incluso lo antes visto en materia de adhesiones a los Partidos Tradicionales. Le han incorporado a las masas, conductas de fieles detrás de una imagen, donde la virgen o la Cruz han sido sustituídas por globos y banderitas. Masas robotizadas gritando como quien festeja un gol en la Colombes. Gentes con sus tarjetas de créditos trancadas en el Clearing de Morosos, gentes que al otro día tendrán que hacer huelgas, verdaderas hinchadas fanatizadas e ignorantes de sus decisiones, sellando en las urnas su propia desgracia. Y estos fenómenos tendremos que estudiarlos con mucha seriedad. Yo recuerdo con nitidez, aquellos actos de la izquierda uruguaya e incluso los primeros del FA, en donde la militancia se reunía una vez finalizados los mismos, a discutir y analizar las consignas, las proclamas y el mensaje. Hoy observamos gente corriendo por las calles con banderas y gritando cosas, que en otros tiempos serían impensables. Qué ha pasado, quien ha cambiado, nosotros o el Pais? Sin perder de vista jamás, que detrás de la conducta de las masas menos informadas, operan institutos o agencias especializadas en el comportamiento de las mismas.

El Uruguay es un país futbolero por excelencia, resulta extraño entonces que el hincha ocupe el lugar del militante?
Hubo un tiempo en el Uruguay, en donde la cuestión era entre la Oligarquía y el Pueblo, luego cuando esa oligarquía se sintió amenazada y llamó a los militares, la cuestión fue entre la Libertad y el Despotismo. Hoy por suerte gozamos de Libertad y ya la consigna perdió vigencia. Entonces surge la pregunta inevitable: porqué luchamos, cuál sería la consigna correcta para la etapa? Para el Pueblo perdedor sin saberlo, tendría que ser ahora y siempre entre explotados y explotadores, aunque muchas veces no lo entiendan. Entonces la consigna que surge clara es Conciencia o resignación. La conciencia estuvo representada en las urnas, por el voto BLANCO-ANULADO que sumado a las abstenciones, arroja la friolera de 376.000 voluntades. Podemos asegurar que todas son expresiones de una toma de conciencia, de que tal cual están planteadas las cosas no hay salida para el Pueblo? Seguramente que NÒ, pero sí podemos asegurar que ni el cocinero ni el dueño del restaurang, pudieron anunciarlos en el menú del día.