lunes, 22 de diciembre de 2014

Asuntos de cuchillo y tenedor


por Hugo Bruschi en el Año de la Dignidad  (aproveche que la oferta se acaba)

Cuando él comía milanesas, ella comía puré. Y cuando él comía puré, ella le daba a las milanesas. Tenían una sola dentadura y la usaban en forma solidaria y democrática. A pesar de estas carencias odontológicas, eran unos privilegiados dado que comían todos los días. Sin embargo, estos "privilegios" juegan en contra a la hora de los reclamos salariales, de acuerdo a los criterios del Presidente Mujica. O sea que comer, en muchos casos resulta contraproducente y tendremos que elegir: comer o andar desnudos, comer o pagar el alquiler, comer o calzar a sus hijos, comer o ir al dentista. Todo no se puede en el mundo de Mujica.

Qué nos dirán los hinchas de Mujica en el exterior, si se enteraran de estas cosas? Conocerá la gente que lo aplaude en esos shows que le montan cuando sale de paseo, como actúa en el Uruguay? Seguramente que todas estas cosas y algunas más graves aún, serán pasadas por alto para quedarnos con la imagen del bufón, a quien gente mucho más inteligente, lo ha elevado a la categoría de filósofo. Casi podríamos asegurar, que Uruguay tiene 2 presidentes: Uno "for export" hablando ante cuanto micrófono le acercan sin importar quien lo controla y otro de entrecasa como el piyama. En un lado hablando como si no fuera un presidente, que bien podría hablar y actuar en tal sentido. En el otro hablando y haciendo todo lo contrario. Cómo analizar estas cosas, cómo juzgar estos comportamientos tan contradictorios? Estaremos ante un psicópata, un provocador o un narcisista a quien le gustan los espejos u oir su propia voz? A juzgar por sus actos, estamos en presencia de esto y mucho más. Pero a juzgar por el apoyo recibido en las urnas, hemos llegado a la conclusión que los locos somos nosotros.

Este hombre ha agredido al Pueblo uruguayo, cuántas veces estuvo a su alcance. Ha repetido más de una vez en los eventos que participa para lograr captar "inversores", que somos haraganes, que el trabajo no es nuestra mayor inquietud, que en el Uruguay por "exceso de trabajo nadie se muere", etc. Ha enfrentado a los trabajadores entre sí y ante el Pueblo que debe pagar las consecuencias de sus huelgas y conflictos. Que si la basura que no se recoge, que los pacientes que quedan sin atención, que si los usuarios que se quedan de a pie, bla, bla.,bla. Ha creado un clima hostíl entre padres y maestros. Que trabajan 4 horas y hacen paros para pedir aumento. Su mujer tampoco le va a la zaga en materia de agravios. "Con el gasto superfluo e irresponsable, no hay aumento que alcance". Gana 300.000 mensuales y seguramente vé las cosas desde otra óptica. Y este clima ha llegado a tal grado, que ya no es extraño asistir a agresiones a maestros o profesores.

Ahora quiere terminar su mandato, poniendo el broche de oro a su carrera humanista. Transitando una calle flechada, claro está, su humanismo está avocado a la liberación disfrazada de "prisión domiciliaria", de los viejitos presos por haber cometido algunos errores, en la defensa de la Patria. Y contrariando la legislación universal , que no contempla este beneficio para quienes cometieron el error de asesinar, secuestrar, desaparecer y violar mujeres, hará todo lo que esté a su alcance sin importar los medios, mentir si fuera menester, para lograr sus propósitos y así poder cumplir con quienes pactó alguna cosita que el Pueblo ignora, pero sospecha. Y a pesar de todas estas cosas, la gente lo votó, así como votaron a quienes en silencio se han hecho cómplices y a quien le sucederá en la presidencia.

Es indudable entonces, que estamos equivocados. Que estamos juzgando conductas que el Pueblo aprueba ,salvo dignas excepciones. La Vidriera fiel al camino de dignidad que ha elegido, no puede menos que lamentar que estas cosas aún puedan suceder, en un país que aspira a más y merezca ser respetado.