viernes, 16 de enero de 2015

Humor mercenario

por Hugo Bruschi en el Año contra la Impunidad.

Gracias a las redes sociales que aún van escapando a la censura, y a las voces valientes de quienes no se han perdido el respeto a sí mismo, nos vamos enterando de algunos hechos que la prensa del nuevo orden mundial, nos oculta.

En toda Francia, se repiten los atentados contra las Mezquitas, los restaurantes que venden kebab, los automóviles y las propiedades de los árabes o de franceses musulmanes. Y en este clima de histeria e islamofobía que han creado, la revista Charlie Hebdo vuelve a emprenderla con sus provocaciones, en lugar de calmar los ánimos. La Vidriera no quiere comentar estos hechos sin reflexionar sobre que mecanismos e intereses se conjugan, para que todo esto se haga costumbre a las que deberemos aceptar, como parte de la realidad que nos toca vivir. Hace apenas algunas semanas, esta publicación que hoy ha editado 3.000.000 de ejemplares en Francia y otros tantos en algunos paises europeos, estuvo a punto de cerrar sus puertas dado el poco interés mostrado por los amantes del "humor" y sus consecuencias en la caja registradora. Y todo parece indicar que luego de alguna reunión donde analizaron la situación, llegaron a la conclusión que explotar el odio creciente en un sector de la Sociedad hacia los emigrantes y en particular a los musulmanes, era la salvación económica y por tanto la gallina de los huevos de oro. Estamos en condiciones de afirmar que el 90% de quienes concurrieron al desfile de París, jamás habían leido la revista ni tenían idea de su existencia. Por ello y porque este atentado que le costó la vida a algunos periodistas,los encargados de darle al nuevo orden mundial un argumento, seguirán usando este descubrimiento de última hora: La Libertad de Expresión. Una suerte de condón que se usa y se tira una vez cumplida la función.

Acaban de detener a un conocido humorista francés, que tuvo la mala ocurrencia de hacer una broma no permitida y por tanto considerada de "apología al terrorismo o la violencia". O sea que la única sátira u humorismo aceptado por la Libertad de Expresión, es aquél que provoca al mundo musulmán. Ellos saben muy bien lo que están haciendo y a quien sirven en esa tarea. Que le vendan versos a quien los quiera comprar. Pero ahora saben algo más: Han logrado dividir aún más a la Sociedad Francesa en NOSOTROS Y ELLOS. Del millón de personas que el Domingo pasado condenaron estos abominables actos de terrorismo, hoy van quedando los que desde siempre odian a los inmigrantes y hacen cola frente a los kioskos para reirse de las provocaciones y de las mofas disfrazadas de humorismo fino. En Francia viven 5 millones de musulmanes que no aplauden precisamente ser humillados en su fé y en su religión. Y curiosamente estos millones de musulmanes, forman parte del ejército de postergados, estigmatizados y además objeto de las risas de este representante de la "cultura". Pero este tipo de ofensa permitida, seguirá dando muy buenos dividendos, dada su sintonía con las fuerzas zenófabas y fascistoides que la emprende contra los débiles, con los que siempre pagan los platos rotos. Los musulmanes de hoy, son los judíos de la Alemania nazi, es decir los culpables de cualquier cosa. Y basta que algún fanático de pocas luces - si es que no se trata de otra cosa que por ahora ignoramos- se decida por un acto terrorista, para que la prensa nos diga: "el terrorismo islamita ha cobrado nuevas víctimas". A partir de ahora, todos saben quien es el enemigo a combatir.

Por cuanto tiempo podrán convivir las sociedades que apuestan al odio no lo sabemos, pero sí de algo estamos seguros es que el odio genera odio, la violencia genera violencia. Y allí perdemos todos. Porque después de desatada la violencia ya no podremos decir TOUT EST PARDONNÉ. Las heridas permanecerán abiertas no se sabe por cuanto tiempo y nuevos inocentes pagarán lo que la generación anterior no supo o no quiso evitar.

Por ello Sres. de Charlie Hebdo, si Uds. saben que el atentado fue llevado a cabo por 2 franceses fanatizados, si saben que el resto del mundo musulmán nada tiene que ver con estos actos de terrorismo, porqué siguen provocando y ofendiendo?
Solamente para poder seguir vendiendo? Yo no eligiría ese camino , que los convierte en mercenarios al servicio de quienes pagan y alientan la infamia.