miércoles, 23 de agosto de 2017

El voto turista




por Hugo Bruschi

.........O el voto que el alma denuncia, lo mismo da y podríamos denominar al voto epistolar o voto del exterior. Cada tanto se ponen en funcionamiento, ciertos mecanismos destinados a habilitar este voto, que ya fue rechazado por el pueblo uruguayo en un plebiscito. El pueblo con o sin razón decidió que el que quiera votar, que venga a vivir aquí. Y en ese mismo plebiscito también este pueblo votó en contra, la anulación de la Ley de Caducidad aunque este asunto no preocupa demasiado a los políticos. Porqué? LOS DESAPARECIDOS NO VOTAN Y SI ESTUVIERAN VIVOS TAMPOCO LO HARÍAN. Ellos no luchaban para esto.

El Nó del pueblo al voto exterior, tiene muchos ingredientes que van desde la impotencia y frustración, hasta el odio sordo al que se fue. Ellos se imaginan que están muy bien, mientras ellos la pasan mal. Pero que componentes emocionales tiene el Nó a la anulación de la Ley de Caducidad? Se trata seguramente de conductas inexplicables, aunque en este caso funciona aquello tantas veces propagandeado de "mirar hacia adelante".....sin saber adonde claro está. O al final del túnel se hace la luz, aunque pueda ser la locomotora que nos hace puré.......

La Vidriera entiende que el voto es un acto de conciencia, pero quien lo hace? Cuánta gente conoce Ud. amigo de La Vidriera que vote por un programa de gobierno y luego controle su cumplimiento? La gente vota por simpatías, favores y tradición sin medir las consecuencias de sus actos irresponsables. Ya se resignan a votar por el menos corrupto, perdiéndose el respeto a sí mismos. Parecen reconocer que no se merecen otra cosa, hasta tal extremo ha llegado su pérdida de estima. Pero para quienes viven en el exterior, el voto tendría que ser pensado 2 veces. Alcanza con argumentar que "nunca dejamos de ser uruguayos, que tomamos mate, comemos asados y cantamos la retirada del 32?" Es justo votar sin acompa~ñar el proceso y dejar que otros paguen los platos rotos? Los que se fueron han votado a Colorados, a Blancos y a Frenteamplistas, e igual tuvieron que irse lejos. Qué receta mágica tienen ahora, de dónde ha salido esa pasión por el voto? Si tanto le gusta votar, le aconsejo comprarse una urna y practicar ese deporte en el cuarto del fondo.

Quienes viven en el exterior, tienen una visión turística del país en los meses de verano. Vienen con dólares o euros y encuentran la vida color de rosa en los balnearios del este y si algo no anda bien porque la vida es tan cara como en Europa o porque los afanaron a la vuelta de la esquina, siempre queda el consuelo que en pocos días "estaremos en casa" y a otra cosa. La pesadilla quedó atrás...... Entonces que derecho tiene esta gente de votar si no viven la realidad del país, o es que acaso el voto se ha vuelto un ejercicio como salir a caminar o jugar a la petanca? Necesita un uruguayo votar para saber quien es? Qué suerte de identidad nos puede dejar un papelito en una urna, legitimando el mismo sistema que nos expulsó? PIÉNSELO, NO ESTARÍA DEMÁS.....